
El efecto de deportes de contacto sobre el control postular
La experiencia en deportes que requieren un buen equilibrio, como la gimnasia y la danza, es especialmente beneficiosa para el control postural. La postura se controla mediante la integración de información visual, propioceptiva y vestibular. Estos tres tipos de información se obtienen del entorno y de la tarea. A la luz de este hecho, cabe esperar que si los no gimnastas y los no bailarines pasan mucho tiempo en ambientes con continuas perturbaciones externas, también pueden desarrollar una mayor capacidad de adaptación en el control postural. Sin embargo, una limitación en la investigación del control postural es que los estudios previos pueden haber sido "deportes de contacto sesgado" en deportes no gimnásticos como el fútbol, el balonmano o el fútbol americano. Se han realizado estudios de equilibrio en una variedad de deportes, sin embargo, la cantidad de contacto físico involucrado no se ha tenido en cuenta al intentar aclarar cómo la experiencia en el deporte contribuye al control postural. Idealmente, para obtener esta información, es necesario un estudio prospectivo de la experiencia del contacto. Se ha realizado una revisión extensa de la bibliografía sobre el equilibrio y los diferentes deportes, sin embargo, no se ha llevado a cabo la consistencia de las medidas (equipamiento y dificultad de la tarea) y los deportes con diferentes cantidades de contacto. En la revisión del equilibrio y de varios deportes no se aborda la consideración de la cantidad de contacto involucrada en un deporte.
"Deporte de contacto" es un término utilizado tanto en la actividad de competición como en la terminología médica para indicar un deporte que enfatiza o requiere el contacto físico entre jugadores. Se han utilizado diferentes clasificaciones en diferentes situaciones en relación con el contacto en los deportes. Para categorizar de manera óptima el grado de contacto en diferentes deportes, se ha utilizado el sistema adoptado por los Estados Unidos para la terminología médica. Este sistema utiliza el término "deporte de contacto" para referirse a deportes como el fútbol y el baloncesto, en los que los deportistas hacen contacto de forma rutinaria entre sí o con objetos inanimados, pero generalmente con menos fuerza que en los "deportes de colisión", como el rugby y el fútbol americano. El término "deporte de contacto limitado" denota deportes como el squash y el béisbol, en los que el contacto con otros atletas es infrecuente o involuntario. El enfoque del presente estudio fue hacer comparaciones entre jugadores de fútbol, jugadores de béisbol y controles (novatos) para establecer si las diferencias entre las experiencias deportivas de contacto y de contacto limitado resultan en diferencias en el control postural.
Las respuestas posturales inducidas por perturbaciones externas han sido investigadas exhaustivamente en relación con las posiciones de pie como las posturas bipodales y unipodales, que tienen como objetivo diferenciar la complejidad del rendimiento postural en línea con las disminuciones en la "zona de apoyo". Sin embargo, en muchos estudios de control, el balanceo postural en la postura bipodal no mostró diferencias entre deportistas de diferentes deportes o en comparación con los novatos, mientras que la postura unipodal ha demostrado ser una tarea menos estresante para los gimnastas en comparación con los no gimnastas o para los jugadores de fútbol de alto nivel en comparación con los jugadores de fútbol de bajo nivel. García et al. informaron que el entrenamiento gimnástico beneficia el control postural de la postura bipodal sólo en niños pequeños y sugirieron que se deben investigar posturas más difíciles. De manera similar, los tests bipodales y unipodales pueden no ser lo suficientemente difíciles para comparar las diferencias posturales que pueden estar presentes en los deportes de contacto y de contacto limitado. Con esto en mente, el uso de punta de pie (es decir, pararse sobre los dedos del pie), que es más difícil que las posturas unipodales y bipodales, puede ser útil para determinar en qué medida la experiencia en el deporte contribuye al control de la postura.
Se sugiere que la vía córtico-cerebelosa es responsable de adaptar las respuestas posturales basadas en experiencias anteriores. El efecto de las experiencias deportivas sobre el control postural se relacionará con la forma en que el deportista utiliza más eficazmente la información sensorial. Por ejemplo, los inputs somatosensoriales implicados en la percepción de las condiciones de apoyo pueden desempeñar un papel importante en el control postural de los deportistas que participan en deportes de contacto y de contacto limitado. Además, dado que el input visual es una información de feedback extremadamente importante, el control postural siempre se deteriora en condiciones de ojos cerrados en comparación con condiciones de ojos abiertos. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue investigar cómo el rendimiento postural difiere de la cantidad de contacto en el deporte (fútbol y béisbol) a través de la postura bipodal, unipodal, unipodal sobre colchoneta de espuma y punta de pie con los ojos abiertos y cerrados.
Se plantea la hipótesis de que los jugadores de fútbol (deporte de contacto) demostrarán una mayor estabilidad postural en comparación con los jugadores de béisbol (contacto limitado) y los controles, especialmente cuando se elimina la visión, y que este efecto se hará más pronunciado a medida que aumente la dificultad de la tarea. En términos más generales, se plantea la hipótesis de que se demostrará una menor estabilidad postural a medida que disminuye el área de apoyo de la tarea, especialmente en la condición de ojos cerrados; sin embargo, como se ha planteado la hipótesis anterior, este efecto será menos pronunciado en el grupo de deportes de contacto.
Veinte deportistas universitarios masculinos (10 de fútbol/contacto, 10 de béisbol/contacto limitado) y diez estudiantes masculinos no entrenados se pararon en una plataforma de fuerza bajo condiciones bipodales y unipodales, con y sin visión. Se encontraron diferencias significativas para el área de balanceo y la velocidad del COP entre los jugadores de fútbol y los otros dos grupos para las posturas unipodales sin visión. Se encontró que los jugadores de fútbol tenían un control postural superior en comparación con los participantes que practicaban un deporte de contacto limitado o ningún deporte en absoluto. Esto fue particularmente evidente durante la postura unipodal más difícil. La participación rutinaria en deportes que involucran contacto físico parece ser un método efectivo para entrenar la plasticidad propioceptiva y vestibular para el control de la postura, particularmente cuando la visión está ausente